Las 3 preguntas que debes hacerte para tener la piel perfecta

Puede que te haya pasado.

Te has comprado una crema con la mayor ilusión del mundo, de esas que prometen ser el elixir de la juventud y al cabo de unos días o semanas te das cuenta de que no.

Que no borra las arrugas como si fuera una goma de Milan.

O que no te levanta la cara como cuando tenías 20 años.

Tranquila, es normal.

Esto nos ha pasado a todas, incluso a mí. Hace tiempo buscaba la crema perfecta, la mejor, la que lo hace todo, de la que me tenía que enamorar…

Y después de formarme, hablar con personas como tú y como yo, que buscamos tener una piel bonita y sana, me di cuenta de una cosa:

Nadie quiere la crema perfecta, lo que queremos es una piel perfecta.

A ver, es una manera de hablar. La perfección no existe y menos mal, lo que sí que existe y buscamos es “nuestra piel perfecta”.

La piel que tú quieres conseguir, con la que te sientes cómoda, con la que te miras al espejo, te pones contenta y dices por lo bajini, qué guapa estoy hoy.

Y en el camino hacia la piel perfecta, pasan cosas.

 

Equivocarse de crema es fácil y estropear tu piel, más aún.

 

Cremas hay en todos los sitios, grandes y pequeños y no digamos en internet.

Hay cosméticos maravillosos por todos los lados.

Lo que ocurre es que cuando llegas a casa no sabes qué hacer con aquello que has comprado.

O que has pedido por internet.

¿Y sabes por qué?

Porque la solución no es la crema.

La solución pasa por entender lo que le pasa a tu piel y una cosa muy importante, lo que tú quieres conseguir con esa crema.

Porque tú quieres una cosa y tu piel necesita otra.

Y eso pasa porque te faltan las 3 preguntas. Bueno, mejor las 3 respuestas a las tres preguntas.

¿Cuáles?

Las que te cuento aquí si dejas tu correo.

Me encuentro en la farmacia y en las asesorías de piel algo curioso.

Hay personas que se gastan un dineral en una crema y luego ¿sabes lo que pasa?

Que no la dejan actuar, no dejan que lo que promete esa crema maravillosa llegue donde tiene que llegar y luego se quejan de que no funciona.

Cómo solucionar esto de una manera absurdamente sencilla te lo cuento en el minuto 4:42.

El otro día en otra asesoría, Mercedes, me contó que le daba miedo el retinol.

Una amiga le contó que había comprado un retinol. Tantas bondades cuenta todo el mundo que quería probarlo.

No quería perdérselo.

Empezó a usarlo y al cabo de unos días se le puso la cara como un tomate y se peló como una serpiente cuando cambia de piel.

No sabía qué hacer.

Si tirar la crema o dejarla un tiempo en cuarentena.

Si ir al dermatólogo o meter la cara en un barreño de agua helada.

Tuvo que ir a la oficina con la cara hecha un mapa y encima con picor.

Y lo peor, cogió miedo.

Y este miedo se le pasó a Mercedes.

A Mercedes le conté qué es el retinol.

Qué dice la ciencia de cómo actúa (es curioso, algún día lo contaré).

Sus bondades y sus inconvenientes.

Por qué puede irritar la piel.

Y cómo utilizarlo para que esto no pase.

De forma segura, elaborando un plan y una rutina cosmética con sentido.

Sin tonterías.

Y el miedo se esfumó.

¿Todo el mundo lo tiene que usar? No, no todo el mundo.

Esto lo cuento en el minuto 2:37. Cómo evitar salir a la calle con la cara de Mercedes (antes de conocerme) y cómo saber si tu piel lo necesita o es simplemente una moda y tienes que pasar de ella.

Y ahora que ya te he contado un montón de cosas, déjame ponerte fácil elegir la crema que mejor va a tu piel.

No consiste simplemente en sacar la tarjeta a pasear.

Ya te he dicho que esto no va de cremas:

Va de tener una piel sana y bonita, de las que sales a la calle y notas que tu vecina te mira de reojo pensando: qué se ha hecho esta chica que tiene la piel de escándalo.

Y lo mejor, es muy fácil.

Sólo necesitas responder a estas 3 preguntas que te cuento aquí.

Oye, las puedes responder tú sola.

Puedes buscar en internet, gastando horas y horas hasta encontrar información de calidad y haciéndote esquemas interminables para lograr ponértelo fácil.

O puedes buscar alguien que ya haya pasado por esto y te aconseje a ti, te dé consejos solo para ti y para mejorar aquello que tú quieres.

Si quieres que yo te de algunos consejos de los que seguro que mejoran tu piel, pon tu correo aquí y los recibes ahora mismo.

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Las 3 preguntas para tener una piel perfecta sin que te tirite la cartera

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