Vayas por dónde vayas, tener un » buen gusto», se nota.
Desde que nacemos vamos adquiriendo cada uno de nosotros unos gustos determinados.
A los pocos meses de vida ya nos hacemos notar y vamos seleccionando comida, con quién nos apetece estar y con quién no.
Y poco a poco vamos adquiriendo nuestra personalidad.
De mayores cada uno tenemos nuestras preferencias y son tan variadas que nunca encontraremos a dos personas con los mismos gustos.
En este artículo vamos a hablar del sentido del gusto, cómo nos relacionamos a través de él con el medio en donde vivimos y encontrarás consejos para tener un «buen gusto».
¿Por qué el sentido del gusto es tan importante?
El gusto quizá es el sentido más primitivo, al que damos menos importancia.
Pero nada más alejado de la realidad.
Hay una frase típica pero que a mí me parece vital.
“Somos lo que comemos”
Y es que lo que te llevas a la boca cada día, influye directamente en tu salud.
La comida ha dejado de considerarse hace mucho tiempo como una simple necesidad de nutrición.
Lo es, por supuesto, pero también es una parte fundamental de nuestro día a día.
De nuestras relaciones sociales.
¿A quién no le gusta sentarse a comer con amigos o familiares?
Una comida distendida con tus hijos, riendo y contando historias, es de lo más divertido.
¿No crees?.
La relación entre el sabor y la forma de ser.
Existen 4 sabores básicos: salado, ácido, amargo y dulce.
Con estos 4 sabores y con la ayuda del olfato podemos degustar todos los alimentos.
Estos sabores también los asociamos con el estado de ánimo.
Existen personas, o momentos del día o de la vida, donde predomina uno u otro.
- Cuando alguien hace las cosas con gracia o es simpático decimos que es “salado”.
- Si una persona es tranquila o bondadosa, decimos que es “dulce”.
- Otras personas son “ácidas”, irónicas o cortantes.
- Sin embargo otras son “amargas”. No disfrutan de la vida o les cuesta.
¿Cómo se perciben los sabores?
Todas estas sensaciones las detectan las papilas gustativas que se encuentran en la lengua.
Al microscopio parecen diminutos cráteres lunares. En un adulto hay alrededor de 10000 y se renuevan cada 10 días.
Cuando ingerimos alimentos, las sustancias químicas que contienen se disuelven en la saliva y son detectadas por las papilas.
Éstas están conectadas con el cerebro a través de unos receptores y así somos capaces de “sentir” los sabores.
Cuidado de la boca.
Para que todo este sistema funcione correctamente, tienes que tener la boca en perfecto estado.
Existen algunas causas que hacen que este sentido esté disminuido, como son:
- Enfermedades de la boca, como gingivitis, hongos y aftas. La inflamación hace que las papilas gustativas no funcionen correctamente.
- Tabaco. Al fumar el riego sanguíneo está disminuído. Con lo cual hay más riesgo de infecciones ya que las defensas ante las bacterias están mermadas.
- Edad. A partir de los 50 años las papilas se renuevan con menor frecuencia. Esto hace que cada vez se prefieran alimentos con más sabor. Las personas mayores tienen predilección por el dulce y el salado.
- Toma de algunos medicamentos. Hay muchos que alteran el sabor de los alimentos o que causan mal sabor de boca. Así como sequedad y mal aliento.
- Otras enfermedades, como por ejemplo la diabetes. Altera el sentido del gusto cuando no está controlada.
El envejecimiento o la toma de algunos medicamentos no lo puedes evitar, pero está en tu mano mantener un buena higiene bucal y prevenir ciertas enfermedades como gingivitis o caries. Así como dejar de fumar.
Por eso te proponemos que estos consejos para tener un “buen gusto”:
- Cepíllate los dientes después de cada comida, no dejes pasar mucho tiempo hasta que lo hagas. Divide la boca en 4 cuadrantes y limpia 30 segundos cada cuadrante.
- Usa hilo dental y cepillos interdentales allá donde el cepillo no llega. El hilo dental es necesario para limpiar huecos pequeños y los interdentales son imprescindibles si tienes implantes.
- Utiliza colutorio, sobre todo en situaciones especiales, como inflamación de encías. La boca no sólo está compuesta por dientes, también debemos limpiar el paladar y la zona interna de los carrillos. El colutorio ayuda a mantener toda la boca limpia.
- Acude al dentista al menos una vez al año. Te ahorrará molestias y también dinero.
¿Realizas todos estos pasos, o te dejas alguno?
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